El evangelio eterno y la oración

El evangelio eterno y la oración

Mark Finley6 ene 2022, 18:19

Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6).

Un mensaje de máxima importancia

Dios le ha dado a este planeta un mensaje de extrema importancia diseñado especialmente para nuestro tiempo en el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12. Exiliado en la isla de Patmos, el apóstol Juan nos presenta estos mensajes. Debemos considerar cuidadosamente tres puntos antes de mirar al mensaje en sí. Primero, es de origen divino. Viene directo del trono de Dios. Se lo retrata como un mensaje que se da a la humanidad a manos de un ángel que vuela por en medio del cielo. El segundo punto a destacar sobre este mensaje es que el ángel “vuela”. Este mensaje es urgente. Debe ser proclamado sin demora. Y tercero, es un mensaje eterno que se aplica a todas las generaciones. No está condicionado culturalmente para alcanzar a cierto grupo étnico o lingüístico. Debe ser proclamado a “toda nación, tribu, lengua y pueblo”.

El corazón de este mensaje es “el evangelio eterno” o las buenas nuevas de la vida sacrificial de Cristo, su ministerio de amor, su muerte expiatoria, su dramática resurrección, su ministerio sacerdotal intercesor y su gloriosa segunda venida. La visión del evangelio eterno en Apocalipsis 14 confirma las palabras de Jesús en Mateo 24: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Las palabras de Cristo son la promesa de que “el evangelio será predicado en todo el mundo” antes de su venida. Habrá un reavivamiento poderoso entre el pueblo de Dios. Se pondrán a la altura del desafío, despertarán a la urgencia del momento, y serán llenos del Espíritu Santo, revelarán el amor, la gracia y la verdad de Jesús a un mundo corrupto que muere en pecado.

Elena de White lo dice de esta manera: “Antes que los juicios de Dios caigan finalmente sobre la tierra, habrá entre el pueblo del Señor un avivamiento de la piedad primitiva, cual no se ha visto nunca desde los tiempos apostólicos. El Espíritu y el poder de Dios serán derramados sobre sus hijos. Entonces muchos se separarán de esas iglesias en las cuales el amor de este mundo ha suplantado al amor de Dios y de su Palabra. Muchos, tanto ministros como laicos, aceptarán gustosamente esas grandes verdades que Dios ha hecho proclamar en este tiempo a fin de preparar un pueblo para la segunda venida del Señor” (El conflicto de los siglos, p. 458).

Antes de que se proclame el mensaje de Apocalipsis 14 a todo el mundo, un reavivamiento espiritual entre el pueblo de Dios los llenará de poder para que cooperen con Dios en la finalización de su obra. Oremos para que ese reavivamiento espiritual se realice en nuestras vidas y nos prepare para los momentos finales de la historia de esta Tierra.